domingo, 25 de mayo de 2014

En busca del tiempo perdido.


«el más breve retoño demuestra
que en realidad no hay muerte»
                    Walt Whitman


También el sol arde en escalofríos
también el sol...
¡Rebobina!
Por favor, rebobina...

En cabriolas se desmayan
tus recuerdos
sobre mi sien como una ruleta rusa
y crepitan bajo mis pies
esos ocres enjambres
de tres otoños.

Tu cuerpo es
como una espantada de alondras,
en tus cabellos
los vientos del sur desfallecen,
hoy se cerraron los huesos
no hay por donde crecer.

Trasegar esquejes de tus fotografías,
exiliarme en el olvido de tu ausencia
sin la menor suerte
y ladearme.

Sin ti pero con este dolor fantasma
sin ti parece que mis labios se consumieran
y que mis besos fueran naftalina.

Te fuiste
pero entorné mi pecho
para que vuelvas,
mis manos se llenaron de nervaduras
con versos de elegías
y aquel tren silbando adioses
me cruzó la frente.

He soltado los perros del arrepentimiento.
Como un cobarde retrocedí
en el umbral de tu piel,
ya jamás seré el sereno que vela
noches con un quinqué
en tus ojos negros.

De ortiga es tu sonrisa
y dicen, pobres ilusos,
que sino respiras no pica.

Agoniza malvas mi corazón
y no llorará su arrebol tu boca
en el ocaso de la mía.

¡Rebobina! ¡rebobina ya!
Que tengo las manos frías...


M.H.Pindado

No hay comentarios:

Publicar un comentario