lunes, 30 de abril de 2012

Esperpento


Atusa su bigote
silba y se divierte
el altanero monigote.
Tras él mil por mil ratas.

Al reventar las puertas,
puertas que han sido forzadas
de aquello que algunos
llaman algo así como cloacas,

alzan alegres sus patas,
entusiastas corretean
por las anegadas aceras
que rezuman hedores.

Pero ojalá solo fuesen las ratas,
ojalá tan solo ellas pestilentes,
llenasen de ideas nuestros cuerpos,
invadiesen de bubones nuestras mentes.

Si tan solo ellas fuesen,
si tan solo ellas fueran.
Si nadie a las ratas siguiese
si las moscas no existieran...

Malditas moscas inmundas
que se apelotonan en el aire
y lo infectan.Y nos infectamos al respirar
lo que relamen entre sus dedos, su alimento.

Comen, comen, nunca de comer cesan
frotándose las manos con esos excrementos,
Esos restos orgánicos, propaganda de derechas
que por la boca las ratas chirrían, dejándolas satisfechas.

Atusa su bigote
silba y se divierte
el altanero monigote.
Tras él mil por mil animalejos

montan andamios en la superficie.
Ratas, moscas y esperpentos
quieren en su cueva encerrarnos
se sienten poderosos,alegres,contentos...

Y en este chancro,
en esta supurada herida
que algunos llaman sociedad
arañan,hurgan, profundizan.

Mientras, nosotros sufrimos.
Somos la carne, somos las víctimas.
Rasquémonos todos, que somos la herida
y haremos que sangre y ahogue, a los homicidas.

                                            
                                                     Autor: Miguel Hernández Pindado.

martes, 24 de abril de 2012

RhRM




Recuerda aquel olor a mar y alcohol,
aquella arena fundiéndose en cada pisada,
la larga frontera que juntos cruzamos y aquel sol.
La distancia pequeña que hoy nos separa.

Aún escuecen las quemaduras,
nos sabe a sal el mes de abril,
sigo divisando el mar a estas alturas,
y no lo logro del cielo distinguir.

Aguas caribeñas, firmamento universal,
puzzle de una pieza, infinita infinidad.
Continente lejano, paraíso de ron y de cristal,
resacas que arrastran hasta las orillas de mi memoria

aquella balsa, balsa que vagaba por la otra mar.
Esa balsa formada, por ramas de recuerdos,
por ramas que brotaron del árbol de la amistad en el pecho.
Y varias flores florecieron.

Y amigos las llamé, las llamé compañeros.
mas si como niñas con las rodillas laceradas
os preguntáis sí o no en el jardín, tan solo
me queda este verso para deciros que sí, que os quiero.

                                                           Autor: Miguel Hernández Pindado.

lunes, 9 de abril de 2012

Érase un Albatros.



Érase un Albatros

                                       

                                       "Que hablen de uno es espantoso.
                                        Pero hay algo peor: que no hablen."
                                                                    Oscar Wilde







Vivan y perduren las raíces
que de tus poemas brotaron,
y nos alimenten a nosotros,
aves marinas, albatros.

Que nuestros pies sean tus manos,
nuestras alas empujadas por tu viento.
La tierra, el cielo y la mar un palimpsesto
donde se grabaron y se grabarán los sentimientos.

Tu nous manques, çà et là.
Nous qui devons prostituer l'amour
soignerons nos peines, nos blessures
avec les fleurs du mal, dans Montparnasse.

                                          Autor: Miguel Hernández Pindado